Lo
decía un personaje de la serie 'Crematorio', para tranquilizar a la mujer del
corrupto protagonista cuando estaba a punto de entrar en prisión: "Si te espera dinero fuera, la cárcel es
menos cárcel. Es un retiro cartujano. Pagas por tus pecados, y luego vuelves a
la vida de antes".
Así
suele ser para los presos VIP: se toman la cárcel como una temporada de retiro
monástico, que aprovechan para estudiar, escribir, hacer deporte, meditar, y
tener buen comportamiento para que te descuenten tiempo de condena. Apuesto a
que tienen algún coach que les prepara
mentalmente y les hace ver la cárcel como una oportunidad de crecimiento
personal. Cuando te quieres dar cuenta estás saliendo los fines de semana, y
pronto durmiendo en casa, eso si no te cae antes un indulto.
Este
viernes Iñaki Urdangarin ya sabe cuánto durará su retiro cartujano. Según acabamos
de saber, de los 19 años que pedía el fiscal la sentencia se ha quedado en tan
solo seis. A partir de ahí, la cuenta habitual: si te caen seis años, hazte a
la idea que con buen comportamiento y rebajas, como mucho cumplirás dos o tres,
la mitad en régimen abierto. Y eso sin contar con que puedes aplazar el ingreso
a base de recursos, y hasta lograr una rebaja en el Supremo.
Con
todo, Urdangarin sabe que no se podía librar de entrar en prisión, aunque solo
sea por salvar con su foto enchironado la maltrecha imagen de la justicia y de
la monarquía.
Yo
no querría pasar ni cuatro meses entre rejas, ni se los deseo a nadie; pero
Urdangarin no debe de temer mucho al trullo, porque dejó pasar todas las
oportunidades para negociar con la
fiscalía. El exduque no estaba dispuesto
a asumir las dos condiciones inevitables: reconocer su culpabilidad y devolver
el dinero.
Él
insiste en que es inocente, no hizo nada malo, le asesoraron mal, confiaba en
la Casa Real. Soberbio y avaricioso,
vive convencido de que todo esto es un malentendido, o peor aún: una cacería
injusta contra él.
En
cuanto al dinero, le han ido embargando fianzas, y le han impuesto una buena multa. Pero alto ahí, falta un detalle:
la causa contra Nóos se refiere siempre al dinero público que le sacaron a las
administraciones, y el defraudado a Hacienda. ¿Y qué pasa con todas esas
empresas privadas que no querían perderse la fiesta habiendo por medio un yerno
del rey? Sí, esas que pagaban dinerales por informes de corta y pega.
Más
de la mitad de los ingresos de Nóos salió de
lo más granado del empresario español. Y hasta ahora, que sepamos,
ninguna ha presentado denuncia.
Así
que, en el mismo cuaderno en que echará la cuenta de los años de retiro
cartujano, puede ir calculando también el dinero que le quedará cuando salga.
¿Cuánto? Quién sabe. Además de Nóos, durante un tiempo cobró un sueldo
millonario de Telefónica, e imaginamos que con tanta fortuna algo tendrá por
ahí invertido o a buen recaudo.
De
las cuentas de su esposa tampoco sabemos mucho. Pese a los embargos, y con el
marido en paro, la familia vive en Ginebra
una vida de lujo entre piso, colegios privados, abogados y vacaciones.
Como dice el cuplé, "¿de dónde saca
pa tanto como destaca?".
Cristina
de Borbón trabaja (desde casa, parece) en La Caixa, que le paga 238.000 euros
anuales, suponemos que por media jornada, pues le queda tiempo para trabajar en
la Fundación Aga Khan (montada por un príncipe amigo de su padre), a cambio de
una cantidad ignota (300.000 al año, dicen). Y si todo falla, siempre puedes
recurrir a papá, que lo mismo te presta
un millón para comprar el palacete, que llama a algún amigo que tenga un puesto
libre en su empresa.
Habrá
quien piense que el trago pasado no se paga con nada. Que no es solo la cárcel,
sino la humillación, los años de proceso, el señalamiento público, los insultos
por la calle, los hijos marcados para siempre, el distanciamiento con parte de
la familia, el daño a la monarquía. No sé. Supongo que para curarse de eso
también sirven el retiro cartujano y el
coaching. Y que te quiten lo bailao, y lo por bailar, que la justicia es
igual para todos, y ya veremos si el "duque empalmado" no acaba
siendo "duque indultado".